Voluntariados en Salud

Don Orione fue un sacerdote que dedicó su vida entera a amar y servir a Dios en los humildes, en los más pobres y desposeídos. "Sólo la caridad salvará al mundo" fue la convicción que marcó su vida; una caridad necesaria y urgente para "llenar los surcos que el odio y el egoísmo han abierto en la tierra". Esta certeza lo llevó a fundar la Pequeña Obra de la Divina Providencia (1903), congregación que se extendió en su Italia natal y en tierras de misión, entre ellas Argentina, que visitó por primera vez entre 1921 y 1922.

 

La Pequeña Obra de la Divina Providencia tiene en Rosario un gran número de sacerdotes, religiosos, médicos, educadores, voluntarios. Desde los últimos días de 1935 cuando Don Orione aceptó la misión de sostener una escuela con capilla en el barrio Refinería hasta la actualidad, la obra ha crecido enormemente gracias al amor y la solidaridad de la comunidad que la forma. Los voluntarios son parte de ella y desde su lugar, acompañan y construyen día a día un mejor porvenir para aquellos que más lo necesitan.