Voluntariados en Salud
Maternidad Martin
Las voluntarias de la Maternidad Martin
“Van a aprender a ayudar, a dar sin pedir a cambio. Algo que se ha vuelto extraño en nuestra actual sociedad”, canta la murga uruguaya Falta y Resto. La frase bien podría ilustrar a las voluntarias de la Maternidad Martin, que con mucho empeño y solidaridad acompañan día a día a las madres que pasan por la institución.
En la actualidad son más de treinta. Mujeres todas, muchas abuelas, muchas supieron ejercer la docencia, otras se han desempeñado en el área de la salud, otras son amas de casa. Pero a todas las une una misma condición: son voluntarias de la Maternidad Martin. Dispuestas a ayudar y colaborar con las madres que transitan la Martin, se han ganado un lugar importante en el día a día de la maternidad. Con mucho esfuerzo y dedicación, realizan distintas tareas y actividades a lo largo de toda la semana. Divididas en turnos, las voluntarias están presente permanentemente realizando diferentes actividades tales como: la entrega de pañales y ropa de abrigo, el acompañamiento en los almuerzos de las madres que tienen a sus hijos en la sala de Neonatología o el dictado de talleres para ellas.
Otras actividades que realizan las voluntarias periodicamente son la recepción de donaciones, su clasificación y posterior entrega, el armado y entrega de ajuares para bebes en situación de extrema carencia o la organización de rifas con productos donados por distintas empresas.
También los talleres que actualmente se están realizando son dos: el de manualidades los días miércoles y el de lecto escritura los martes y jueves.
Para las fechas de celebraciones tales como el día de la mujer, de la madre y del niño, o pascua, navidad y reyes y también así las semanas del prematuro y de la lactancia, las voluntarias se encargan de la preparación y distribución de regalos para madres y bebés.
El cuaderno azul. Al ingresar a la Residencia de Madres se aprecia un cuaderno de comunicaciones azul. Allí las voluntarias de cada turno notifican las actividades que se realizaron, los pedidos que les realizaron o distintas eventualidades que van surgiendo en el día a día. “En los primeros tiempos de nuestra tarea, esperábamos las solicitudes de ayuda puntuales desde la sala de Neonatología o de las trabajadores sociales para satisfacer las necesidades de las mamás, que no habían traído el ajuar mínimo que requiere un nacimiento o ropa de cama para cambiarse”, cuenta la voluntaria Vilma Marcucci. Y agrega: “En la Residencia para Madres, durante los almuerzos, surgieron los diálogos con las madres, quienes nos hicieron conocer las necesidades de las compañeras que por exceso de timidez no se atrevían a exponerlas. Y entonces abrimos una puerta más, el cuaderno azul, destinado a recibir los pedidos de las mamás que de ese modo se animaron a expresarse”.
El boletín de actividades. Recientemente las voluntarias sumaron otro motivo para celebrar y sentirse orgullosas: presentaron el primer número de su boletín de actividades. Una publicación de 20 páginas en las cuales las voluntarias comparten sus experiencias, comentan sus actividades y talleres, presentaron su organigrama y agradecen a quienes colaboran con su proyecto. La idea, redacción y coordinación es de Vilma Marcucci y el diseño de Patricia Alconada. En el número 1 de este boletín de actividades, participaron Graciela Grondona, Norma Sguiglia, Marta Calierno, Vilma Marcucci, Etelvina Casella y Ana Borghi. Entre la introducción y las experiencias del día a día en el voluntariado, se pueden leer también notas sobre el famoso cuaderno azul o los agradecimientos de parte de las jefas del voluntariado a la maternidad por cobijar este servicio hace más de 6 años.
Las donaciones. Son muchas las instituciones, empresas y personas que han colaborado con la obra de las voluntarias. Pampers, el Centro Educativo Latinoamericano, la Escuela Dante Alighieri, Just, personal de Tribunales Federales, centros de días, empleadas de La Segunda, son solo algunos ejemplos. A continuación, la voluntaria Esther Bergolini nos cuenta como se consiguen, clasifican y entregan las donaciones que llegan a la maternidad:
La importancia de ayudar. “Yo vengo aquí a hacer un trabajo que tiene carácter de trabajo social. A esta altura de la vida hay que ayudar a los otros sin esperar nada a cambio”, cuenta Beatriz Morales, voluntaria de la maternidad. En la misma sintonía, Ana Borghi, voluntaria también, comenta: “Me ayuda a crecer el hecho de servir a los demás”.
“Es muy importante el tiempo que las voluntarias dedican a charlar con las mamás fuera de la sala de Neo porque allí se las encuentra más distendidas. A veces sólo se trata de reunirse un ratito, que la mamá cuente cómo se siente y de conocer cómo podemos ayudarla. Las voluntarias intentan ser creativas y cubrir las necesidades que se generan en torno al cuidado del bebé y el bienestar de la madre”, comenta Gabriela Puig.
La contención, indudablemente, es una de las funciones primordiales que tienen las voluntarias. Patricia Alconada destaca las difíciles situaciones con las que se encuentran las voluntarias: “sucede que a veces las madres solo vienen con lo puesto, sin bombacha para cambiarse, en situaciones de extrema pobreza o madres solteras que vienen solas y ven a otras madres con sus parejas y eso les genera tristeza o a veces bronca”. Y ahí es donde las voluntarias dan el presente y ayudan a paliar esas situaciones. Alconada cuenta que en esas situaciones, las voluntarias inmediatamente acuden al roperito y buscan aquello que las madres necesitan o las acompañan en la residencia y charlan, las distraen, las escuchan. “Somos un puente entre las personas que necesitan y las que quieren y pueden ayudar”, sostiene en referencia al trabajo de las voluntarias Marta Calierno.
Solidaridad, compromiso y contención son algunas de las palabras que se conjugan a la hora de hablar de las voluntarias de la Maternidad Martin. Desde aquel 2008 hasta el presente, con mucho sacrificio y amor, las voluntarias han ido ganándose el reconocimiento y cariño de todos aquellos que conocen su obra. Una obra que se sigue cimentando y creciendo a lo largo de los años gracias al trabajo silencioso de cada una de las voluntarias que día a día eligen acercarse a la maternidad para darle una mano a aquellas personas que la necesiten.